Machete borrador

En este blog dejamos pasar a cualquiera, no se discrimina a nadie por más repugnante que sea y está armado para que cualquier imbécil diga lo que se le antoje. Pero yo decido que vas a leer y que no.

sábado, 19 de mayo de 2007

Mujer

Las mujeres y su histeria

Cierto tipo de mujeres

Radiografía de una histérica


El tema a tratar es el de las histéricas, un conjunto de damiselas que en Argentina se reproducen por doquier y que son una rara mezcla de bailarina de caño en Cocodrilo con el cerebro de Lita de Lazzari.
Aquellas que se compran el jean apretadísimo de tiro bien bajo y te dicen asombradas: ¿Por qué me mirarán todos?
Son las mismas que se ponen cien de busto y les molesta que le observen el escote, esas que bailan y se contornean como una perra en celo en el casamiento de tu primo y luego se sientan al lado del marido con cara de
yo no fui.
Pero, también es importante aclarar, esta "raza" femenina no es algo que haya surgido en estos últimos años, por eso vamos a remontarnos a finales del 1800, cuando el gran Sigmund Freud (léase Froid) comenzó sus estudios de la psiquis humana junto a J. Bremer (más tarde famoso por sus sweaters) y otro médico llamado J. Chamot (después se dedicó al deporte), quienes se especializaban en hipnosis... además de hacer trucos con cartas, palomas, conejos, cortar a su asistente Thelma con un serrucho y varias suertes más.
A Froid (léase Fruá) no le gustaba un "corno" que lo hipnotizaran porque -según figura en su biografía- le obligaban a hacer la gallina, sacarse la ropa, saltar como un canguro, imitar a Giuseppe Verdi (otros autores aseguran que era Julio Iglesias, pero carecen rigor histórico) y por ende, todos se le reían en la cara.
Don Segismundo también compartió sus estudios con Jung -un chino que hacía maravillas con la acupuntura- del cual se cansó bastante rápido que lo fastidiara con las agujas para, finalmente, decidir abocarse en soledad sobre el alma de los mortales.
Fue el primero en descubrir que las mujeres padecen histeria (ver sus trabajos con Karina O.), una enfermedad mental que se da sólo en las lindas. Si usted es una mujer fea no puede histeriquear y por consiguiente está sana.
Me sumo a los trabajos del padre del psicoanálisis y en un ensayo titulado: "¿Qué hace la mujer histérica?", les presento varias pistas para que puedan detectarlas o diagnosticarlas:
-Al saludarte con un beso siempre tarda un poco más que las demás
(el beso común dura un segundo, el beso de la histérica dura dos)
-Habla haciéndose la nenita.
-Te pregunta si le queda bien la ropa que lleva puesta.
-Cuando se acerca a pedirte algo, siempre te apoya parte de su cuerpo.
-Habitualmente te cuenta que anda mal con el novio.
-Dice que le salió una manchita y que tiene miedo de ir al médico… entonces te la muestra dondequiera que esté... la manchita.
-Te señala que tiene sueño y se estira toda para atrás.
-Cuando te habla toca el cuello de tu camisa, o te agarra de la manga, o te da golpecitos en la pierna.
-Se ríe de cualquier cosa que vos digas.
-Te pide prestada tu ropa porque asegura que tiene frío.
-Te cuenta que ella duerme nada más que con una remerita grande que era del papá.
-Sin que haya pasado nada te pregunta: “¿Vos estás enojado conmigo?”
-Siempre le duele algo y te pide masajes.
-Defiende a rajatabla la “amistad” entre el hombre y la mujer.

Diagnóstico diferencial (o aclaración):
Si la mujer hace todo ésto y va a los bifes: NO ES HISTERICA.
Es histérica cuando al querer "comerle la boca", te empuja y a los gritos te increpa: “DESUBICADO

0 comentarios: