Machete borrador

En este blog dejamos pasar a cualquiera, no se discrimina a nadie por más repugnante que sea y está armado para que cualquier imbécil diga lo que se le antoje. Pero yo decido que vas a leer y que no.

sábado, 19 de mayo de 2007

Como arrimar la bocha

El enganche

Cómo conocer chicas

"para enganchar a la niña”. :


Supermercado
Un lugar ideal para conocer chicas es el supermercado. Sí señores. El truco es hacerse el inútil e indefenso muchacho que vive solo y le cuesta sobrevivir, para generarle ternura y promover el instinto maternal que toda mujer lleva adentro. Ejemplo:
Con una bandeja de ñoquis en la mano, te acercás a la elegida y le preguntás:
“Disculpame, esto se mete en el horno así directamente?”
Ahora, si andás con un poco más de moneda, lo que tomás es una bandeja de camarones y le decís:
“¿A estos bichitos hay que hervirlos durante mucho tiempo?”
La idea central, les diría la idea única, es que ella termine cocinando en tu casa.
Casi como un mandamiento: evitarás el doble sentido. No podés ir con una colita de cuadril y consultarle si sabe cómo se rellena. Mucho menos acercarte con un pepino y murmurarle –guiñándo un ojo- si le parece bien ese tamaño… está claro ¿no?

Facultad de medicina
Un buen método es ir una mañana a la facultad de medicina (es casi ley que las lindas van a la mañana mientras las serias y laburantes concurren a la noche) y esperar a que se termine alguna de las clases. Llegado el momento, cuando ves que se te viene encima el malón de chicas (los hombres ni se darán cuenta, les va a chupar un mono) te tirás al suelo haciéndote el desmayado o porque te duele la rodilla de tanto esquiar (descartá como excusa una enfermedad infecciosa que es bastante poco glamorosa).
Por lo menos una docena de estudiantes se van amontonar para ver qué te pasa. Si de esa situación no sacás por lo menos tres teléfonos, descartá de lleno la posibilidad de ser un gran actor o decididamente sos medio “lenteja”.

Facultad de Veterinaria
Idem al anterior salvo que esperás en la puerta de la facultad de veterinaria y lo que tirás al suelo para que se haga el desmayado es un perro bien adiestrado.

Gimnasio
El hombre que va seguido al gimnasio, el patovica musculoso que hace todo bien, no gana (sólo le gustan a un pequeño grupo de mujeres). Al gimnasio hay que ir casi de perdedor, tenés que acalambrarte y pedir ayuda, hacer que te quedaste trabado en la máquina y solicitar auxilio. Acercate a una señorita, pedile consejos sobre la rutina y cuál cree ella que sería una alimentación adecuada. No deben olvidar que aparte de una madre, siempre detrás de toda mujer hay una docente (el 87% de ellas asegura que fue maestra jardinera).

Shopping
Si sos soltero, pedí prestado un chico con cara angelical (sobrino, hijo de algún amigo, etc.) y concurrí a un shopping en horas de la tarde. Después tratás de seleccionar un buen negocio de ropa de mujer, te parás frente a la vidriera y al llegar la "presa" le preguntás si te puede asesorar. Como estás con un niño -que son la mejor carnada- te responderá que sí, entonces, eligiendo lo más fino y por sobre todo lo más caro, le decís:
"Te parece bien este regalito para una amiga que se quedó cuidando a mi hijito el fin de semana pasado que tuve que viajar de urgencia a París por un negocio.
Ella va a pensar que sos viudo, rico y con poca familia… no existe mujer que se resista a ese combo.

Sala de espera
Un buen sitio para el enganche son los consultorios, muchas veces en connivencia con el profesional. Te presentás en la sala de espera del médico o dentista y pispeás a ver si hay algo. Teniendo en cuenta cuál es la especialidad, raudamente te dirigís al objetivo sentándote a su lado. Como si nada, le soltás algún comentario clínico:
Si estás en lo de un dentista, galantemente le susurrás:
“Un genio este odontólogo, mirá la dentadura perfecta que tenés”
Si es un dermatólogo expresale con ternura:
“No sabía que el doc era especialista en porcelana”
(siempre detrás de una madre y de una docente, hay también una poeta)
En caso que la sala de espera sea de un psiquiatra, un buen "yeite" podría ser:
“Si te interesa, consigo el clonazepam a mitad de precio”
Si estás en lo de un urólogo... bueno, te aconsejo que lo mejor que le podés contar a "la" que tenés al lado es qué bien juega el volante de contención de Almirante Brown.
Ahora, si el consultorio es de un proctólogo, rajá antes que te broten de la boca una serie de burradas bien masculinas.

Confusión
Esta sirve para cualquier situación. El truco es confundir a una chica con una modelo, una actriz o alguna famosa. Antes hay que descubrir un poco el perfil de la mujer en cuestión, o sea: Si tiene pinta de zurdita le decís:
“Disculpá, vos no sos Patricia Walsh?”
Si tiene aspecto de estar en la movida colgada/moderno/cultural la señalás y preguntás:
“Hola… ¿Carolina Fal?”
Si no hay tiempo de sacarle la chapa hay que confundirla con cualquier mina linda, eso sí, tiene que tener algún parecido para que no sospeche. Ejemplos:
Si es flaca: “¿Vos sos Dolores Barreiro?”
En caso que sea rubia: “¡Mariana!, muy bueno el RSM de anoche”
Si tiene ojos achinados “¿Qué linda estás Pampita?”
Nunca, pero nunca, la "question":
¿Cuánto cobrás?, no creo que lo tome a bien.

"Hombres necios que…”, más allá de los consejos les digo que la esencia, la idea primigenia, el leiv motiv de vuestras vidas no debe pasar por joder a tontas y a locas, aunque -como bien dicen los genios de Les Luthiers-
... son las más fáciles.

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