Machete borrador

En este blog dejamos pasar a cualquiera, no se discrimina a nadie por más repugnante que sea y está armado para que cualquier imbécil diga lo que se le antoje. Pero yo decido que vas a leer y que no.

lunes, 21 de mayo de 2007

Norbert ferre y una gran actuacion

sábado, 19 de mayo de 2007

Quizas el mejor de todos los tiempos ,juan tamariz

Un gigante

Lennart green 2

lennart green asombrese !

No se puede hacer mas lento!!

Norbert Ferre 2

Deje usted de ser intrascendente

Cómo parecer importante

Deje de ser un cuatro de copas
Vivimos una época donde parecer es fundamental. Como existe una necesidad dominante de reconocimiento por parte de terceros, poder ser admirado por los otros despierta, hoy en día, más libido en hombres y mujeres, que Salma Hayek y Sharon Stone esperándote vestiditas de colegialas en tu casa o que Johnny Deep y George Clooney te inviten a pasar un fin de semana con ellos a un bungalow en Villa La Angostura.
En un humilde aporte para que logren simular ser un VIP, presten atención y acuñen las indicaciones que figuran a continuación:

1- Llegada
La persona importante asiste a una reunión, a un evento, siempre después que han llegado todos los demás. Es imprescindible no arribar nunca con “la masa”. Si va en grupo hacia un lugar determinado, usted debe decir “perdón, pero yo tengo que pasar antes por otro lado". Ahí se separa del conjunto, hace tiempo lastrándose una milanga de dorapa por la zona (para luego no comer mucho porque no queda bien) y llega al sitio en cuestión un rato más tarde.
A veces no alcanza con eso, siempre hay otros que acuden demorados.
Lo mejor, lo ideal, sería poder espiar y observar si están todos, una vez confirmado que usted es el ultimo, ahí sí se manda.

2- Diferenciación
Si está con más de tres individuos es fundamental establecer la diferencia. Ejemplos:
Decidieron comer en un asador y ordenan “parrillada para todos”, usted diga que no tiene ganas de comer carne. Lo importante es que diga ganas y lo remarque, porque la persona importante siempre hace lo que tiene ganas. No salga con la trivialidad de “no como carne porque me hice vegetariano”… ¡no!. En plena parrilla, desentendiéndose del menú, pida agnolotis de verdura o sólo un Martini con queso.
Si es fumador, "escóndase" detrás de la pitada del cigarrillo mirando a todos como si fueran inferiores. Tarde o temprano su postura misteriosa atraerá la atención y tratarán de integrarlo a la conversación... o sea, es como una especie de inducción a que vengan al pie.
Le toca recorrer con un grupo de personas una galería de arte: ¡Apártese con rapidez de ellos! Vaya a ver otra cosa, cuánto más rara mejor
(un paragüero, por ejemplo).
En caso de compartir un tour de turismo aventura, no le de bola al guía y piérdase, digamos, por el bosque. Debe quedar claro que usted experimenta más que nadie en el mundo el concepto de libertad.
Hay situaciones que evidentemente movilizan a la gente: un buen recital de música, una excelente película, una profunda obra de teatro. La mayoría de los mortales -al salir- empiezan a contar sus impresiones de inmediato, a veces a los gritos, con euforia y gesticulando como si los hubiesen afanado. Si usted pretende ser alguien importante deberá permanecer callado, exhibiendo que lo que acaba de ver no lo ha sorprendido en absoluto. Intentará por todos los medios cerrar esa bocaza y esperar a que le toque el último turno para opinar y -minimizando todo- poder demostrar que está acostumbrado a este tipo de cosas.
¿No tiene nada bueno para decir?, entonces no hable. Existen en el mundo cientos de ejemplos de gente que ha parecido genial simplemente por hablar poco o no hablar directamente (Chaplin, Buster Keaton, Harpo Marx).
Este suele ser un consejo que le doy a las nuevas bandas de rock, es preferible quedarse mudo a decir las estupideces que tienen en la cabeza con el plus que, a partir de allí, inician una fama de no curtir onda con la prensa y ya van por el buen camino).
El hombre callado siempre despierta el interés de todos ya que representa un misterio a resolver, esto hay que mantenerlo a rajatabla porque al menor comentario vulgar todo se derrumbará como la ilusión actual de los hinchas de Racing con "Mostaza" Merlo.
Incluso es válido expresar conceptos medianamente incoherentes o que dejen lugar a varias interpretaciones. Ejemplo:
Usted está en un casamiento, alguien saca el tema de Tinelli y su "Bailando por un sueño". Deberá responder cosas tales como:
a. Esquirlas del tercer milenio
b. Contemporaneidad de lo barroco
c. Mozo, otro canapé con alcaparras
Cualquier frase que no tenga relación con el tema tratado lo instalará en un lugar de sujeto interesante o que tiene una opinión de peso… pero que no es el momento ni el lugar de compartirla con la chusma.

Warning x 3
El vino puede ser su peor enemigo. Como todos saben es un gran desinhibidor, a medida que pasan las copas pueden brotar las confesiones… y en pocos minutos todo el mundo se dará cuenta que usted es un marmota importante

Como arrimar la bocha

El enganche

Cómo conocer chicas

"para enganchar a la niña”. :


Supermercado
Un lugar ideal para conocer chicas es el supermercado. Sí señores. El truco es hacerse el inútil e indefenso muchacho que vive solo y le cuesta sobrevivir, para generarle ternura y promover el instinto maternal que toda mujer lleva adentro. Ejemplo:
Con una bandeja de ñoquis en la mano, te acercás a la elegida y le preguntás:
“Disculpame, esto se mete en el horno así directamente?”
Ahora, si andás con un poco más de moneda, lo que tomás es una bandeja de camarones y le decís:
“¿A estos bichitos hay que hervirlos durante mucho tiempo?”
La idea central, les diría la idea única, es que ella termine cocinando en tu casa.
Casi como un mandamiento: evitarás el doble sentido. No podés ir con una colita de cuadril y consultarle si sabe cómo se rellena. Mucho menos acercarte con un pepino y murmurarle –guiñándo un ojo- si le parece bien ese tamaño… está claro ¿no?

Facultad de medicina
Un buen método es ir una mañana a la facultad de medicina (es casi ley que las lindas van a la mañana mientras las serias y laburantes concurren a la noche) y esperar a que se termine alguna de las clases. Llegado el momento, cuando ves que se te viene encima el malón de chicas (los hombres ni se darán cuenta, les va a chupar un mono) te tirás al suelo haciéndote el desmayado o porque te duele la rodilla de tanto esquiar (descartá como excusa una enfermedad infecciosa que es bastante poco glamorosa).
Por lo menos una docena de estudiantes se van amontonar para ver qué te pasa. Si de esa situación no sacás por lo menos tres teléfonos, descartá de lleno la posibilidad de ser un gran actor o decididamente sos medio “lenteja”.

Facultad de Veterinaria
Idem al anterior salvo que esperás en la puerta de la facultad de veterinaria y lo que tirás al suelo para que se haga el desmayado es un perro bien adiestrado.

Gimnasio
El hombre que va seguido al gimnasio, el patovica musculoso que hace todo bien, no gana (sólo le gustan a un pequeño grupo de mujeres). Al gimnasio hay que ir casi de perdedor, tenés que acalambrarte y pedir ayuda, hacer que te quedaste trabado en la máquina y solicitar auxilio. Acercate a una señorita, pedile consejos sobre la rutina y cuál cree ella que sería una alimentación adecuada. No deben olvidar que aparte de una madre, siempre detrás de toda mujer hay una docente (el 87% de ellas asegura que fue maestra jardinera).

Shopping
Si sos soltero, pedí prestado un chico con cara angelical (sobrino, hijo de algún amigo, etc.) y concurrí a un shopping en horas de la tarde. Después tratás de seleccionar un buen negocio de ropa de mujer, te parás frente a la vidriera y al llegar la "presa" le preguntás si te puede asesorar. Como estás con un niño -que son la mejor carnada- te responderá que sí, entonces, eligiendo lo más fino y por sobre todo lo más caro, le decís:
"Te parece bien este regalito para una amiga que se quedó cuidando a mi hijito el fin de semana pasado que tuve que viajar de urgencia a París por un negocio.
Ella va a pensar que sos viudo, rico y con poca familia… no existe mujer que se resista a ese combo.

Sala de espera
Un buen sitio para el enganche son los consultorios, muchas veces en connivencia con el profesional. Te presentás en la sala de espera del médico o dentista y pispeás a ver si hay algo. Teniendo en cuenta cuál es la especialidad, raudamente te dirigís al objetivo sentándote a su lado. Como si nada, le soltás algún comentario clínico:
Si estás en lo de un dentista, galantemente le susurrás:
“Un genio este odontólogo, mirá la dentadura perfecta que tenés”
Si es un dermatólogo expresale con ternura:
“No sabía que el doc era especialista en porcelana”
(siempre detrás de una madre y de una docente, hay también una poeta)
En caso que la sala de espera sea de un psiquiatra, un buen "yeite" podría ser:
“Si te interesa, consigo el clonazepam a mitad de precio”
Si estás en lo de un urólogo... bueno, te aconsejo que lo mejor que le podés contar a "la" que tenés al lado es qué bien juega el volante de contención de Almirante Brown.
Ahora, si el consultorio es de un proctólogo, rajá antes que te broten de la boca una serie de burradas bien masculinas.

Confusión
Esta sirve para cualquier situación. El truco es confundir a una chica con una modelo, una actriz o alguna famosa. Antes hay que descubrir un poco el perfil de la mujer en cuestión, o sea: Si tiene pinta de zurdita le decís:
“Disculpá, vos no sos Patricia Walsh?”
Si tiene aspecto de estar en la movida colgada/moderno/cultural la señalás y preguntás:
“Hola… ¿Carolina Fal?”
Si no hay tiempo de sacarle la chapa hay que confundirla con cualquier mina linda, eso sí, tiene que tener algún parecido para que no sospeche. Ejemplos:
Si es flaca: “¿Vos sos Dolores Barreiro?”
En caso que sea rubia: “¡Mariana!, muy bueno el RSM de anoche”
Si tiene ojos achinados “¿Qué linda estás Pampita?”
Nunca, pero nunca, la "question":
¿Cuánto cobrás?, no creo que lo tome a bien.

"Hombres necios que…”, más allá de los consejos les digo que la esencia, la idea primigenia, el leiv motiv de vuestras vidas no debe pasar por joder a tontas y a locas, aunque -como bien dicen los genios de Les Luthiers-
... son las más fáciles.

Mujer

Las mujeres y su histeria

Cierto tipo de mujeres

Radiografía de una histérica


El tema a tratar es el de las histéricas, un conjunto de damiselas que en Argentina se reproducen por doquier y que son una rara mezcla de bailarina de caño en Cocodrilo con el cerebro de Lita de Lazzari.
Aquellas que se compran el jean apretadísimo de tiro bien bajo y te dicen asombradas: ¿Por qué me mirarán todos?
Son las mismas que se ponen cien de busto y les molesta que le observen el escote, esas que bailan y se contornean como una perra en celo en el casamiento de tu primo y luego se sientan al lado del marido con cara de
yo no fui.
Pero, también es importante aclarar, esta "raza" femenina no es algo que haya surgido en estos últimos años, por eso vamos a remontarnos a finales del 1800, cuando el gran Sigmund Freud (léase Froid) comenzó sus estudios de la psiquis humana junto a J. Bremer (más tarde famoso por sus sweaters) y otro médico llamado J. Chamot (después se dedicó al deporte), quienes se especializaban en hipnosis... además de hacer trucos con cartas, palomas, conejos, cortar a su asistente Thelma con un serrucho y varias suertes más.
A Froid (léase Fruá) no le gustaba un "corno" que lo hipnotizaran porque -según figura en su biografía- le obligaban a hacer la gallina, sacarse la ropa, saltar como un canguro, imitar a Giuseppe Verdi (otros autores aseguran que era Julio Iglesias, pero carecen rigor histórico) y por ende, todos se le reían en la cara.
Don Segismundo también compartió sus estudios con Jung -un chino que hacía maravillas con la acupuntura- del cual se cansó bastante rápido que lo fastidiara con las agujas para, finalmente, decidir abocarse en soledad sobre el alma de los mortales.
Fue el primero en descubrir que las mujeres padecen histeria (ver sus trabajos con Karina O.), una enfermedad mental que se da sólo en las lindas. Si usted es una mujer fea no puede histeriquear y por consiguiente está sana.
Me sumo a los trabajos del padre del psicoanálisis y en un ensayo titulado: "¿Qué hace la mujer histérica?", les presento varias pistas para que puedan detectarlas o diagnosticarlas:
-Al saludarte con un beso siempre tarda un poco más que las demás
(el beso común dura un segundo, el beso de la histérica dura dos)
-Habla haciéndose la nenita.
-Te pregunta si le queda bien la ropa que lleva puesta.
-Cuando se acerca a pedirte algo, siempre te apoya parte de su cuerpo.
-Habitualmente te cuenta que anda mal con el novio.
-Dice que le salió una manchita y que tiene miedo de ir al médico… entonces te la muestra dondequiera que esté... la manchita.
-Te señala que tiene sueño y se estira toda para atrás.
-Cuando te habla toca el cuello de tu camisa, o te agarra de la manga, o te da golpecitos en la pierna.
-Se ríe de cualquier cosa que vos digas.
-Te pide prestada tu ropa porque asegura que tiene frío.
-Te cuenta que ella duerme nada más que con una remerita grande que era del papá.
-Sin que haya pasado nada te pregunta: “¿Vos estás enojado conmigo?”
-Siempre le duele algo y te pide masajes.
-Defiende a rajatabla la “amistad” entre el hombre y la mujer.

Diagnóstico diferencial (o aclaración):
Si la mujer hace todo ésto y va a los bifes: NO ES HISTERICA.
Es histérica cuando al querer "comerle la boca", te empuja y a los gritos te increpa: “DESUBICADO

Ferreteria

Salir de compras

De este lado del mostrador
Ferretería
Sábado a la mañana
-¿Quién sigue?
-¡Acá! (grito, después de quince minutos de espera y codeando a un viejo que se me quería colar)
-Buenos días, ¿qué necesita?
-Ando buscando un repuesto para el calefón… es chato… no sé como se llama… finito, que encastra justo en la salida del...
-Un Clister H1139
-Mmm… (dudo pues desconozco, como la mayoría de nosotros, la denominación técnica) no sé el nombre… ¿si me lo muestra le digo?
-Es ese, no hay otro (contesta superado, sin mirarme y acomodando unos tornillos sueltos)
¿Nacional o importado?

-Cuál me recomienda?
-Importado, sin duda
-Bueno (le digo convencido)
Se dirige hacia el fondo del local caminando entre dos estanterías llenas de cajas y regresa a los cinco minutos.
-Importado no me queda. ¿Por qué no lleva el nacional que anda muy bien?
-¿?¿? (sorprendido por lo que me había dicho antes) ... bueno, deme el nacional
-¿De cobre o de bronce?
-Uff... el mejor de los dos (profiero ya de mal modo e impaciente)
-Bronce (en un tono áspero como lengua de gato)
Va a buscarlo y vuelve alrededor de los dos minutos
-Me queda el último en cobre… pero el 1140. ¿Lo lleva igual?
-No sé si me servirá (le contesto con fastidio)
-Si lo lima un poco en la punta y no se pasa, le calza perfecto
-Mmm... ¿está seguro?
-Se lo digo yo, tengo treinta años de ferretero.
-Lo necesito urgente, así que lo llevo (lo que realmente llevo son como 25 minutos en ese insoportable negocio)
-Un segundito y se lo envuelvo ...
¡Tony, anotá en el cuaderno de reposición... Clister 1139 y 1140!
(le grita al compañero que está atrás midiendo una manguera)
-Son 8 pesos
-Cóbrese (le pago con un billete de 50 de mi viejo)
-¡Noooo!, ¿No tiene más chico? (histriónico y haciendo gestos con las manos)
-No... mire, es lo único que tengo
-"Ah… es lo único que tengo"… se creen que esto es un banco (tomando la pieza y colocándola en un estante detrás de él)
Lo lamento pero el cliente anterior se llevó todo el cambio. Déjelo y vuelva en otro momento.

Velorio

No somos nada

El velorio
En un sincero homenaje al genial Julio Cortázar, quien con su magnífica prosa ha escrito lo mejor sobre el tema en su obra "Conducta en los velorios", me gustaría aportar -con humildad- algunos conceptos sobre los diferentes comportamientos en ese tipo de ceremonias que de tanto en tanto nos toca vivir (que paradoja).
Vale aclarar que tomaré como ejemplo aquellos velatorios de personas medianamente allegadas (suegro de un amigo, mujer del jefe, hermana del zapatero vecino de casa, etc.) y no el de familiares o seres muy sentidos en lo afectivo, para que no me cataloguen como un cultor del humor negro… que sin lugar a dudas es el que más me gusta.
Para comenzar hay una frase usada por la mayoría y que para mí es de la más burdas que una persona puede esgrimir apenas se entera de la "infausta noticia":
"Yo al velatorio no voy porque no me gustan"
No se puede ser tan guacho de decir semejante cosa. ¿A quién cuerno le gusta concurrir a una funeraria? Salvo mínimas excepciones -que describiré más adelante- o que seas un "mortal" con problemas, creo que a nadie.
Sin duda no es un evento placentero, mucho menos una "rave temática", pero en ocasiones debemos concurrir, así que de ninguna manera se puede aceptar que se diga como excusa y con liviandad:
"No me gustan"
Como contrapartida, están aquellos a quienes sí les provoca una linda descarga adrenalínica. Ya sea como un motivo de encuentro con gente que no ve hace tiempo o porque poseen un espíritu servicial.
Muchos de ellos son los que se paran, si se está velando al difunto/a en un primer piso, al pie de la escalera recibiendo a todos los que ingresan –sí, absolutamente a todos- para saludarlos con el slogan:
"Mi mayor sentido pésame"
Con una mano en el corazón, sean francos y díganme si no les parece una expresión común y y poco sincera. De estas frases hechas juntamos en bolsa, entre ellas tenemos: la que lleva por título esta nota, "lo lamento una enormidad", "por suerte no sufrió", "mis más sinceras condolencias", "increíble, si anteayer lo vi en el bar" -como si ostentaras el poder de alargarle la vida con solo verlo-.
Otra categoría de estos veneradores de velatorios son a los que les encanta ocuparse del acontecimiento como si fuesen boys scouts de la desgracia ajena.
Por ejemplo, no dejan de ofrecer café durante toda la noche:
"Señora, tómese un cafecito que le va a venir bien"
Le va a venir bien para qué... para la gastritis, si el que habitualmente te dan en esos ámbitos está recalentado en una vieja cafetera desde el servicio de la noche anterior y es de las peores infusiones que podés probar en tu vida.
Generalmente es el mismo personaje que se encarga de avisar a todo el mundo, de acomodar las coronas, de mantener una jarra de agua llena y de llamar a las agencias para que salga publicado en el obituario.
Otra figura que tampoco falta, por lo general hombre, es el enigmático que entra raudamente, casi no saluda a nadie, se persigna frente al ataúd y agacha la cabeza con muchísima cara de compungido, pero a los cinco minutos se raja tan rápido como entró dejándole una duda a todos: ¿Será un deudor del muerto, el compañero de platea, un hermano no reconocido?
Este es de la misma especie que el chanta que, haciéndose el preocupado, acostumbra preguntarle a un familiar del difunto:
-¿Sabés a qué hora lo llevan?
-Creo que a las 12
-Bueno, aprovecho un ratito para hacer un trámite y voy para Chacarita
¡A ese farsante, pónganle la firma, no lo ven nunca más!
También es frecuente observar en un rincón, fumando, a un grupo de señores que cuentan chistes, hablan de minas, de fútbol, de autos y de repente se ríen con intensidad pero enseguida miran con culpa a su alrededor donde la mujer de uno de ellos -que está sentada tomándole la mano a la viuda- le hace un gesto con la mirada como diciendo, desubicados, aflojen un poco (este tipo de situaciones se dan en horas ya avanzadas del velorio una vez que el ambiente está más distendido, nunca al comienzo).
Tampoco está ausente (ya es un clásico) el que recorre toda la sala tratando de convencer a más de uno para ir a la confitería de enfrente a tomar un cortadito o clavarse un tostado de jamón y queso.
De más está decir que abundan los que se duermen en un sillón, los que dan vueltas desesperados buscando una cara conocida porque creen que se equivocaron de sala, el que manguea fasos, el que se tienta y el que recuerda momentos vividos con el finado, que por lo general son episodios tan insulsos como:
"Se acuerdan, hace años, cuando fuimos nosotros tres y… pobrecito él (señalando el jonca) a comprar una pizza en el 3CV y pinchamos una goma, ¡cómo nos cagamos de risa!"
¿De qué se cagaron de risa? Muchachos, si no tenemos nada interesante para contar o nos devora el nerviosismo, es mejor ser respetuosos y quedarnos bien callados… como el pobre difunto,
Hasta la próxima.

Viajar en bondi


Bueno en este artículo voy a describir lo que significa viajar en micro y las cosas que cotidianamente se viven.

Cuando uno sale de su casa y va rumbo a la parada va mirando si en la cuadra que le queda caminar pasa el micro ,y cuando uno ve que no viene se queda mas tranquilo porque sabe que no lo perdió y es justo en ese momento que ve el micro pasar a unos metros de el!!

Luego a uno le agarra una especie de querer ser un héroe o flash (flash es un súper héroe) y comienza a correr el micro creyendo que lo va a alcanzar y se resigna a los 20 metros de correr, luego de detenerse uno puede ver que el micro es detenido por la luz roja del semáforo y no sabe si seguir corriendo como una torpe persona (para no volver a agarrarlo) o volver a la parada en busca de otro micro.

Ya en la parada uno comienza a impacientarse y se baja del cordón posándose en la calle y mira al fondo de la misma asomando la cabecita creyendo que el micro llegara (por mas que te pares en la calle y asomes la cabecita al fondo el micro no va a venir mas rápido!!! Por dios!! ).

Luego de la espera, llega el tan ansiado micro y vos que llegaste antes que los demás dejas pasar al prójimo pensando..Para que carajo los dejo pasar si yo vine antes, o puede ver subir a otros antes que a uno y se pregunta... ¡¿Porque suben ellos primero si yo vine antes? bueno la respuesta esta en la frenada del micro! si, si créame!

Ya en el micro mismo pasas por al lado del chofer y le decís 1,20 y cuando te enfrentas a la maquina te das cuenta que las monedas te rebotan todas y el chofer te pregunta... ¡¿cuanto? o en su defecto... ¿Hasta donde vas? la respuesta a la primera es 1,20 y la respuesta a la segunda es a veces también 1,20(porque de la bronca de saber que le dijiste y no te escucho ,quedando como un boludo, le volves a decir 1,20 sin saber que pregunta, solo queres poner el 1,20!!).Ahí recién pones las monedas y la maquina hace la cuenta regresiva de plata y vos sabiendo que pusiste 1,25 ves que no hay vuelto (si los 5 centavos) y seguís tu marcha en busca de un asiento, (si es que lo hay), en ciertas ocasiones el boleto es olvidado y abandonado de una forma muy cruel. Luego de superada la prueba de la maquina uno sale en busca de un asiento... Si es uno de los que esta a la izquierda y es para 1 mejor, sobre todo si es ese que esta anteúltimo con una subidita que lo hace mas alto! , uno también busca no sentarse muy adelante porque sabe que existe la posibilidad de que suba una anciana, embarazada o ciego y uno amablemente (por dentro) tenga que darle el asiento claro "amablemente".

Nos sentamos, si hace calor abrimos la ventana (aunque nunca abren están trabadas y quedas como tonto al intentar abrirla y no poder) y acomodamos el bolso entre las piernas, siempre nos sacamos el bolso o la mochila una vez que nos sentamos pero acaso ¿somos tontos? ¿No es más cómodo hacerlo antes de poner nuestras posaderas en el asiento?

Partimos a nuestro destino y vemos que hay una manifestación de estudiantes y el micro agarra nuevos rumbos que desconocemos pero pensamos que nos dejara en buen puerto al final de todo. Luego de eludir la manifestación vemos que con el correr de las paradas el micro se empieza a llenar y la gente a amontonar hasta el grito del chofer...”mas atrás por favor" (que queremos recaudar mas si entra mas gente), luego se escucha a esa persona que habla por todo el micro diciendo” no entramos mas, deje de meter gente por favor" (generalmente señoras de medio siglo de edad o de 4 lustros)

Ya cuando ves que tenes que bajar y el micro esta lleno y a veces con ese olorcito no muy agradable que despide el sujeto con mas cara de yo no fui te toca bajar y ves al salaaaaame que esta al lado del timbre y crees que va a bajar y no baja, cuando te pasaste la parada o antes si te avivas le preguntas... ¿Bajas? y como es salame no te dice ni si ni no!! Haciéndote un gesto que no dice nada en realidad! luego al final ves otro que quiere bajar al lado tuyo y ninguno se decide a bajar por lo que ambos pierden la parada o bajan a la vez lastimándose!(Es gracioso esto porque el chofer los esta mirando por su espejo mágico que puede ver todo y se ríe ,he visto chóferes reírse de esos casos) luego de pisar tierra firme y irse por atrás del micro uno puede fumarse todo el humo del caño de escape que despide el autobús en tu cara! para despertarte una serie de puteadas interiores.

Esto implica viajar en micro y procure tomar todos los recaudos necesarios como para que su estadía en el colectivo sea placentera!

Hasta la próxima y no olvide decir 1,20 bien fuerte!! O 0,75 sin ningún tipo de vergüenza!!!