Machete borrador

En este blog dejamos pasar a cualquiera, no se discrimina a nadie por más repugnante que sea y está armado para que cualquier imbécil diga lo que se le antoje. Pero yo decido que vas a leer y que no.

jueves, 25 de febrero de 2010

¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿


¿Por qué comienzo un relato con una pregunta?, bueno básicamente porque hay quienes piensan que las certezas y el conocimiento surgen a partir de las dudas y que para encontrar respuestas, los interrogantes son fundamentales y me considero una de esas personas afines a esta forma de pensar.
Una pregunta y no dos, ni tres, solo quiero hacer énfasis en la duda misma, que no importa cual sea, no interesa en absoluto, a lo que me refiero es al formato, dudar es querer incorporar, dudar es a veces un paso previo a elegir, otras veces dudar es una elección, y mas que nada, dudar es VISPERA.
En la víspera aparece la duda, cuando alguien espera algo se repregunta si vendrá, si llegara, si valió la pena esperar, y esto es abarcable a ámbitos como el amor, o la amistad, valores que sin duda mueven al mundo social, al de las relaciones.
El que no duda y no cuestiona, se pierde de muchas cosas, entre ellas puedo citar la de ser agudo con uno mismo y con las ideas, con la interpretación del mundo que esta afuera y adentro de nosotros. Si doy todo por sentado, me limito solo a elegir entre cosas que me ofrecen y no busco nuevos caminos, no exploro, no voy a fondo, me quedo con la figura y no con el relleno, no con la esencia, y enamorarse de figuras y no de esencias suele ser peligroso, el erotismo por ejemplo tiene mucho de eso, es mas, hasta en algún punto es elegir la figura en lugar del fondo, bueno, creo que para poder dar una definición del amor, puede decirse que es la elección del fondo por sobre la figura.
Ante esto deben surgir nuevas preguntas acorde a la vida que uno lleve o en consecuencia al modo de pensar que tenga aquel que lea este texto, ¿Qué elegir, amor o erotismo? ¿Tenemos la capacidad para elegir entre eso o es algo que surge? ¿Como diferenciar una cosa de otra?, ¿puede que se mezclen?
Esas son algunas de las dudas que me surgen en cuanto a querer comprender algo de este campo relativo a los sentimientos que afianzan o unen relaciones, me jacto y argumento en la experiencia y no en los libros o teorías, se que el campo de la psicología aborda temas como el amor o el erotismo, pero soy de los que creen que no es necesario un titulo para escribir sobre algo, sino que solo se necesita una cabeza y una o varias ideas para armar un texto, luego viene el formato que desde ya puede ser escrito, oral o de señas.
Quiero dedicar un tiempo a dar cuenta de la importancia que puede tener la víspera, ya sea en el campo erótico o en el amoroso.
La víspera es el lugar en el cual uno se encuentra raramente desconocido, es un hermoso lugar porque esta lleno de dudas, A saber, cito algunos ejemplos:
¿Me dará bolilla? ¿Le gustare? ¿Que piensa o siente por mi?, y muchas otras preguntas se dan en el campo del amor, luego de pasada la víspera puede llegar el desengaño pero este ultimo termino es consecuente de la espera.
Esperar es soñar, la espera es ilusión, es imaginación, en la espera hay deseo, y es cuando mas se hace ver, de modo que podría decirse entonces que en la Víspera pasan cosas interesantes pero difícilmente podamos verlas con claridad ya que es el deseo mismo el que no nos permite tener una visión objetiva de lo que somos y de lo que hacemos.
Me pregunto y dejo que el lector piense una pregunta que me surge, ¿Entonces somos lo que hacemos? Ej.: ¿Si hago magia, soy mago? Muchos creen que si, y les propongo trasladar esto a otros ámbitos, verán que no siempre es tan precisa la formula.
Luego de la espera, surge en ocasiones el desengaño, y es preferible que surja lo más rápido posible para aquel que no sabe disfrutar de la espera, para aquellos que tienen poca paciencia. Porque desengañarse a los 2 o 3 años de estar en pareja con alguien resulta ser doloroso y decepcionante, pues tardaron mucho en notar que su pareja no era alguien de confianza o tenia hábitos higiénicos poco convencionales, estos últimos son solo ejemplos que exacerban y refuerzan las ideas que quiero exponer, pero la piedra angular de este texto esta basada en que esperar no es tan malo, y el que sabe hacerlo a fin de cuentas puede tener su premio.
El que sabe esperar, comprende que no es preferible darse cuenta rápido que la persona que le gusto a primera vista tiene mal aliento o es alguien que mal trata a sus familiares, y te usa las toallas, porque si conoce eso, el deseo se borra, se suprime.
Existió según dicen algunos historiadores un barrio llamado Las Velitas en donde sus habitantes tenían la particularidad de no hablar entre ellos, daban todo por sentado, y vivían en la espera, aguardaban por todo, los hombres deseaban a las mujeres y las miraban con énfasis, las mujeres se dejaban mirar y anhelaban ser amadas por tal o cual hombre.
Nadie quería desengañarse en Las Velitas, de modo que cuando ese sentimiento tocaba a las personas, estas terminaban con su propia vida, el desengaño en esa sociedad era un pecado gravísimo que se pagaba muy caro, como sabemos con la vida misma.
Era difícil sobrevivir en ese barrio y según cuentan desapareció porque quedo sin habitantes, porque para sobrevivir había que desear y no desengañarse, había que tener la suerte de amar a alguien y luego de tener un acercamiento mas directo, que no se genere el sentimiento de querer alejarse, de decepción, porque de lo contrario se debía pagar con la vida, los habitantes de ese barrio sabían que el amor valía mas que la vida misma, se fueron quedando solo los amores correspondidos que eran muy pocos, y que fueron personas que tuvieron mucha suerte.
En el año 1987 se encontró en Las Velitas una carta escrita por un desdichado hombre que antes de suicidarse escribió:
“Moriré sabiendo que equivoque mi elección, y que no estaba enamorado, solamente ardía de deseo y actué de forma impulsiva, los resultados fueron trágicos, la mujer que corteje también se desengaño, pues vio que yo tenia defectos que con sus expresiones logré reconocer con el afán de que no querría ella volverlos a ver.
Recomiendo entonces al que encuentre esta carta, que no confunda el erotismo con el amor, pues el erotismo es peligroso y el amor es seguro, lo mas difícil es sin duda reconocer los limites de cada un de ellos que son muy delgados, y asevero por mera experiencia que son realmente felices quienes logren conjugar en una sola persona estas dos cosas”.
El barrio dejo de existir en 1988 y no se sabe aun cuando ni como se fundo, pero fue un buen intento que puede servir de ejemplo para que aprendamos a vivir un poco mas en la espera para así evitar el desengaño, que antes a la gente de Las Velitas, les costaba la vida, que creían que esta valía menos que el amor.
Podríamos hacer cada tanto un homenaje a estas personas por lo menos para entender un poco como se sentían, y quedémonos alguna vez con la víspera, no dejemos aunque sea por una vez que el sentimiento de la ambición nos invada y nos haga romper con la espera, disfrutemos del momento de dudar porque si aprendemos a hacerlo puede que alguna vez encontremos el placer, en la duda.

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